En efecto, este tipo de problemática se ha tratado de comprender desde un punto de vista cuantitativo, a través de encuestas y censos, desconociendo muchas veces las experiencias de las personas en movimiento.

Esta propuesta postuló dar un paso más allá y salir de la mirada tradicional y economicista de la conmutación para situarse en tres registros:

El primero,  tiene que ver con la experiencia  de los conmutantes donde interesaba conocer las dimensiones subjetivas del viaje, es decir, las emociones, sensaciones y percepciones implicadas. 

Un segundo  registro complementario al anterior, buscaba mostrar que ésta experiencia no sólo se da de manera aislada sino que tiene un carácter relacional y afectivo. 

Finalmente, el tercer registro  tuvo relación con los contextos  donde ocurre la movilidad, es decir, la dimensión territorial-regional y la especificidad de los escenarios donde ocurren las prácticas móviles.

En síntesis, se postuló que ser conmutante es una experiencia relacional, sensorial, emocional y material –  que nos afecta y cambia constantemente a medida que nos movemos. Desde un punto de vista metodológico, se trabajó desde una perspectiva no-representacional y un enfoque cualitativo y etnográfico centrado en las experiencias de las personas en movimiento. Se realizaron entrevistas, etnografías móviles y seguimiento de personas. Además de complementar los registros con fotografías y filmaciones del movimiento.

Operacionalmente para el estudio de la movilidad de los conmutantes de la Región de Los Lagos se propuso como recurso el concepto de Ambiente  de Ingold (2000). En efecto, hablar de Ambiente  daría cuenta de la unidad y de la solidaridad que caracteriza a las relaciones entre un sujeto y aquello que lo rodea. En lugar de que todo sea reducido a una categoría (actantes o maquinas) nos focalizamos en las relaciones que tienen las personas en y con sus ambientes móviles. Comprender la Movilidad en su Ambiente , es decir, en sus contextos y tal como es vivida cotidianamente en sus experiencias, materialidades, objetos, tecnologías, emociones y territorialidades. Reconociendo también, que es un proceso siempre cambiante, creativo y en constante desarrollo.